Anna García-Altés, @annagaal, Responsable del Observatorio del Sistema de Salud de Cataluña
El lunes de la semana pasada supimos que la Real Academia Sueca de Ciencias otorgaba el premio Nobel de Economía al escocés de 69 años Angus Deaton.
El Dr. Deaton, matemático de formación, hizo su doctorado en la Universidad de Cambridge, pero ha desarrollado su carrera académica en la Universidad de Princeton. El comité le ha dado el premio por su trabajo en el análisis del consumo, la pobreza y el bienestar, y por sus aplicaciones en microeconomía, macroeconomía y economía del desarrollo, que ha tenido influencia tanto en los políticos (en tanto que policy-makers) como en la comunidad científica.
Uno de sus principales logros ha sido el desarrollo del sistema para estimar la demanda de diferentes bienes, que actualmente es la herramienta estándar para medir los efectos de la política económica, para construir los índices de precios y para comparar el nivel de bienestar entre países y entre períodos. Otros estudios suyos relacionan consumo e ingresos, y sus trabajos más recientes miden el bienestar y la pobreza principalmente -pero no exclusivamente- en los países en vías de desarrollo. Aparte de sus temas de investigación, el Dr. Deaton también destaca por la amplitud de los enfoques metodológicos que ha utilizado: desde los modelos teóricos, en el uso de métodos econométricos utilizando principalmente encuestas de hogares, en las que es un experto, y su conocimiento de la calidad de los datos comúnmente disponibles y su cuidado en la construcción de medidas ajustadas de resultado.
Aunque no ha sido destacado por la Real Academia Sueca de Ciencias, el Dr. Deaton también se ha interesado por las desigualdades en salud y su relación con las desigualdades de renta y tiene varios trabajos interesantes. Ahora bien, aparte de los trabajos empíricos, el Dr. Deaton también ha «saltado a la arena» y ha hecho propuestas de políticas concretas. Él aboga por redistribuir renta hacia las personas más pobres, con efectos beneficiosos sobre muchos aspectos entre los que está la salud, pero también sugiere dirigir otras desigualdades (políticas, de género, etc.) que tienen tanta o más influencia en el estado de salud que las desigualdades de renta. Destaca la importancia de la disponibilidad de tecnología médica, como factor que influye en la evolución del estado de salud por encima, incluso, de la renta. Finalmente, recomienda focalizar las políticas no sólo en objetivos de salud, sino en objetivos de bienestar, así como tener en cuenta los diferentes subgrupos de población, en los que las políticas pueden tener efectos diferentes en términos de bienestar.
Enhorabuena Dr. Deaton!