
¿Qué hace que una investigación determinada tenga un impacto en la sociedad más allá de lo estrictamente académico y que sea, realmente, transformadora? ¿Es posible plantear una serie de acciones que, como quien sigue una receta de cocina, nos lleven directamente al impacto social deseado? Lamentablemente, la respuesta es no. El impacto es multifactorial y depende de tantos elementos y actores diversos que resulta difícil establecer una fórmula para garantizarlo.
Pero esto no significa que obtener un impacto social determinado sea un fenómeno totalmente aleatorio y que no haya forma de preverlo, facilitarlo o promoverlo. Ya hace años que desde el grupo de Evaluación de la Investigación de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS) y con la ayuda y complicidad de la comunidad de práctica internacional ISRIA identificamos una serie de facilitadores del impacto de la investigación.
Un facilitador fundamental son las personas y los valores, cultura y capacidad de liderazgo que tengan. Dos resultados de investigación exactamente iguales pueden tener impactos diferentes si la capacidad de liderazgo, impulso y voluntad de llegar más lejos del impacto académico es diferente. Pero no es suficiente. La estrategia, organización, colaboraciones y apertura que tengan y promuevan las instituciones será un enorme facilitador o bloqueador para los investigadores que han llevado a cabo la investigación.
Finalmente, tanto las personas como las instituciones requerirán de dos elementos indispensables para aspirar al impacto: por un lado, una comunicación cercana y eficaz con los diferentes actores sociales que puedan jugar un papel al trasladar los resultados de la investigación y por otro lado, una aproximación enfocada hacia la participación de todos estos actores clave.
Parafraseando Confucio cuando decía aquello de «explícamelo y lo olvidaré, muéstramelo y quizás me acordaré, implícame y lo entenderé», se trata de implicar todos los actores necesarios para producir el cambio real y hacer que la investigación sea transformadora.
Es en este contexto que nace el SARIS, el Sistema de Evaluación de la Investigación y la Innovación en Salud, un instrumento estratégico que aflora del PERIS (Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud 2016-2020) con el objetivo de evaluar la investigación en salud de Cataluña desde la perspectiva de querer, siempre, facilitar e influir para que ésta tenga un impacto más allá de la academia. Para hacerlo, se ha definido la motivación y la implicación de los actores como un eje determinante para su desarrollo.
El pasado mes de noviembre empezamos unas sesiones participativas con enfermeras beneficiarias de la convocatoria PERIS 2017 que financió una línea de intensificación de profesionales de enfermería.
Cabe destacar que estrenar este eje con la investigación enfermera tiene todo el sentido por tres motivos: por un lado, una de las prioridades temáticas del PERIS es claramente «el desarrollo de la investigación clínica y traslacional que permita incrementar los conocimientos científicos y tecnológicos, haciendo énfasis especial en los agentes de atención primaria y la investigación en enfermería». Además, la ayuda PERIS 2017 de enfermería ha sido la primera en finalizar y era adecuado dirigirnos a ellas antes que a nadie.
Por último (last but not least), el estadio en que se desarrolla la investigación enfermera, con el pacientes y su cuidado en el centro de sus objetivos, hace especialmente adecuado potenciar que esta investigación tenga un impacto directo en la salud. Así pues, es importante que la investigación enfermera sea capaz de demostrar el impacto de lo que hace este colectivo profesional, ya que lo puede situar en ventaja competitiva con otras disciplinas de la biomedicina. En este sentido, la investigación enfermera es intrínsicamente traslacional.
La primera sesión se desarrolló en torno de la identificación de los actores influyentes y el empoderamiento de la enfermera para llevar a cabo una comunicación efectiva que amplifique las interacciones productivas que son necesarias para trasladar los resultados obtenidos en beneficios de más y mejor salud para los pacientes.
Queremos agradecer infinitamente la participación (predisposición y motivación) de las enfermeras que, de forma voluntaria y fuera de su horario laboral, asistieron e hicieron que la sesión tuviera una gran acogida, demostrando que desde AQuAS tenemos margen de de influencia para dar apoyo a aquellos investigadores que están motivados para favorecer el impacto de su investigación.
En estos momentos ya estamos preparando otras sesiones que sirvan de aprendizaje mutuo entre los investigadores y los agentes de evaluación de AQuAS.
Post elaborado por Núria Radó Trilla (@nuriarado).
Próximamente: Jornada SARIS: Participación en recerca Barcelona, 4 de abril de 2018.