El registro de artroplastias de Cataluña y la colaboración entre clínicos e investigadores

25 Oct
Jorge Arias

El establecimiento de colaboraciones con diferentes proyectos de investigación impulsados desde el registro de artroplastias de Cataluña (RACat) pone de manifiesto cómo de relevante es la relación y la comunicación entre los profesionales que gestionan y analizan datos y los profesionales clínicos.

Un registro es una base de datos  con un enorme potencial. El RACaT, tanto por número de casos recogidos como por el modo cómo se explotan los datos, es un elemento muy potente de investigación que requiere la colaboración entre clínicos e investigadores. Se trata de dos visiones igualmente necesarias y complementarias.

Hoy entrevistamos a Jorge Arias, investigador que trabaja en el RACat involucrado en diferentes proyectos de investigación impulsados desde el propio registro en AQuAS.

¿Clínicos e investigadores habláis el mismo idioma?

Sí y no. Aunque habitualmente estamos involucrados en proyectos comunes, nosotros no tenemos experiencia clínica como para interpretar al 100% los resultados y plantear estudios lo suficientemente precisos y ajustados a la realidad de la práctica clínica.  Los clínicos, por su parte, muchas veces no están acostumbrados a los diferentes análisis estadísticos utilizados por lo que la colaboración se convierte en un elemento clave para obtenir resultados de interés.

¿Y cómo lo solucionáis?

Evidentemente, hablando.

¿Quién decide qué análisis estadísticos realizar?

Diría que lo dirige el investigador pero no pasa así exactamente en la realidad. En cierto modo, el análisis lo dirigen los propios datos y el objectivo del estudio que se plantee.

Me explico, dependiendo de lo que se quiera investigar, para lograr la mayor precisión posible, el análisis se debe realizar de un modo u otro “ya definido” por así decirlo. Es cierto que siempre hay margen para innovar y casi siempre se debe seleccionar (de entre diversas aproximaciones al problema) la más correcta pero en mi opinión, en la mayoría de los casos, el tipo de análisis lo guían -como he dicho- el objetivo de investigación y los datos con que se cuenta.

¿Qué tenéis entre manos ahora mismo?

A nivel de Cataluña estamos comenzando una línea de trabajo relativamente nueva en nuestro entorno en colaboración con el Hospital de Sant Rafael, relacionada con la evaluación de resultados según volumen de procedimientos (artroplastias en nuestro caso) anuales.  Estamos contentos con el interés que parece estar despertando este proyecto.

Cuando hablas de interés, ¿a qué te refieres?

En este caso nos referimos a que hemos presentado los resultados en el congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica (SECOT) y varios hospitales se han puesto en contacto con nosotros mostrando su interés en colaborar en esta línea. Esto nos parece muy importante.

¿Quieres destacar alguna experiencia más?

Sí. También estamos implicados en la comparación de resultados en base a modelos concretos de prótesis, comparación de tipos “más en general” de implantes, de cementos óseos, analizando la posible influencia de la comorbilidad sobre los resultados quirúrgicos.

A nivel de pacientes, ¿cómo incorporáis sus visiones o experiencias?

Aunque en todos los proyectos mencionados el paciente está en el centro de todo, quizás más específicamente me gustaría destacar los proyectos relacionados con los llamados “PROMS”, que son los resultados reportados por los propios pacientes (por la sigla en inglés Pacient Reported Outcome Measures). Estos resultados son particularmente interesantes ya que es el propio paciente el que valora los resultados quirúrgicos en términos, por ejemplo, de dolor, mejora de su calidad de vida, etc.

Centrándonos en la idea de colaboración me gustaría destacar que al menos desde mi punto de vista éste es un proyecto particularmente relevante. Lo empezamos junto con clínicos de la Universidad de Exeter en Reino Unido “viendo” qué cuestionarios podríamos incorporar al registro y al ver que los cuestionarios que más se utilizaban en otros registros no estaban disponibles en nuestro entorno decidimos dar un paso adelante y adaptarlos nosotros mismos.

En este sentido, además durante las próximas semanas esperamos obtener un producto “directo” de este proyecto en colaboración con la Universidad de León y la Universidad de Oviedo, respectivamente, ya que justo en estos momentos estoy realizando una estancia con ellos para pilotar uno de estos cuestionarios de calidad de vida, en concreto el HOOS, el Hip disability and Osteoarthritis Outcome Score.

¿Qué tienen en común todas estas experiencias?

Sin duda, la colaboración.

Cómo crees que puede influir esta colaboración?

La colaboración en cualquier campo de la ciencia creo que es básica y necesaria para obtener resultados con implicacions prácticas reales y que finalmente mejoren algun aspecto importante.

Hemos hablado de colaboración a nivel clínico-investigador pero supongo que habría que hablar de la necesidad de esta colaboración a todos los niveles; es decir, no solo con los clínicos, sinó también con los pacientes, gestores e incluso con la industria.

El tema da para mucho pero si nos centramos en esta colaboración clínico-investigador, me gustaría terminar comentando que desde el RACat animamos y estamos encantados de recibir a profesionales de la salud (traumatología, enfermería, fisioterapia, reumatología, medicina interna, …) con visión y experiencia clínica que quieran colaborar con nosotros. Y por supuesto, nosotros con ellos.

Debate sobre el valor de la práctica clínica y la formación de los médicos con Vinay Prasad

12 Abr
Jordi Varela

Vinay Prasad (Universidad de Oregon) y Adam Cifu (Universidad de Chicago), autores de Ending Medical Reversal: Improving Outcomes, Saving Lives (Johns Hopkins University Press, 2015), señalan 146 prácticas clínicas que se deberían dejar de hacer porque se ha demostrado que no consiguen aquello que prometían. La lista de estas prácticas afecta todo el abanico de la actividad sanitaria pero haciendo una lectura detallada se observa que hay cuatro especialidades significadas: cardiología, ginecología, ortopedia y medicina familiar.

Es por este motivo que la Sección de Gestión Clínica de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria, en su Jornada Anual que celebrará el próximo 18 de mayo, de común acuerdo con el equipo del proyecto Essencial de AQuAS, ha organizado un debate entre uno de los autores del libro, Vinay Prasad, y representantes de las 4 especialidades comentadas: Xavier Viñolas, presidente de la Sociedad Catalana de Cardiología, Juan José Espinós, ginecólogo del Hospital de Sant Pau, Joan Miquel, ortopedista del Hospital de Igualada y Marta Expósito de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria.

Vinay Prasad

El debate, que contará con la moderación de Sandra García Armesto, directora del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, tiene por objeto, no sólo conocer de primera mano el trabajo de Vinay Prasad, sinó también saber qué pensamos sobre estas prácticas los especialistas relacionados y cuál es el impacto en nuestro entorno, en tantos aspectos diferenciado de los Estados Unidos.

Por otro lado, Prasad y Cifu, en el libro, hacen una propuesta para modificar de forma significativa los programas formativos de las facultades de medicina, con la finalidad de formar nuevos médicos más exigentes con el rigor científico, más críticos con las prácticas de escaso valor, más sensibles a las necesidades de los pacientes y más orientados a la evaluación de los resultados. La fórmula propuesta es muy sencilla: las ciencias clínicas deberían de ser la prioridad, mientras que las básicas (como las entendemos hoy) deberían ser complementarias.

No se trata de estudiar modelos para después comprobarlos (sistema actual), sinó de hacerlo al revés: a partir de los aprendizajes de la clínica se deberían revisar (o aceptar) las teorías.

Dada la transcendencia de la propuesta, hemos creído oportuno organizar, en el mismo marco de la Jornada, un segundo debate moderado por Xavier Bayona, contando con tres autoridades académicas en la formación de médicos: Francesc Cardellach (Universidad de Barcelona), Ramon Pujol (Universidad de Vic) y Milagros García Barbero, presidenta de la Sociedad Española de Educación Médica, además de invitar, lógicamente, a Vinay Prasad a añadirse.

Se adjunta programa de la Jornada, con el claro propósito de animar a todos los lectores de este blog a inscribirse, ya que si tenemos la oportunidad de escuchar y preguntar a Vinay Prasad, y a todos los ponentes invitados, se trata de una oportunidad que no deberíamos dejar escapar.

Entrada elaborada por Jordi Varela (@gesclinvarela), presidente de la Sección de Gestión Clínica de la Sociedad Catalana de Gestión Sanitaria.

Artroplastia de cadera y rodilla: ¿qué prótesis dice que me van a poner? (segunda parte)

1 Feb
Olga Martínez, Xavier Mora

Continuamos la entrevista a Olga Martínez, técnico del Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat) y Xavier Mora, especialista en traumatología y cirugía ortopédica  y máster en biomateriales.

El objetivo del post de hoy es saber un poco más sobre prótesis y biomateriales usados en artroplastias.

Con este post y el anterior hemos querido presentar las opiniones de estos dos profesionales.

¿Todas las prótesis son iguales?

Xavier: No, porque cada paciente es diferente. Por este motivo, el cirujano ortopédico indicará un tipo de prótesis u otra, en función del grado de afectación ósea, la edad, las enfermedades asociadas y la actividad del paciente.

Olga: Actualmente, existen en el mercado diferentes tipos de prótesis según su diseño, el material de fabricación y la forma de anclaje al hueso. Se pueden encontrar desde prótesis para el recambio de solamente una parte de la articulación hasta recambios más complejos para situaciones con gran afectación ósea.

Como usuaria del sistema de salud: ¿a qué hospital debo ir para que me pongan la mejor prótesis?

Xavier: No se puede hablar de prótesis mejores o peores ya que toda prótesis para ser implantada ha de seguir un proceso de homologación según unos estándares internacionales, como son los de la FDA americana y la marca CE europea, específicos para materiales que han de ser implantados en humanos. De la misma forma, los hospitales de Cataluña están acreditados para poder realizar este tipo de cirugía.

Olga: Las prótesis que se comercializan en Cataluña cumplen con los estándares de calidad internacional y los hospitales públicos se apoyan en la evidencia científica disponible para la selección de las prótesis que presentan mejores resultados según los registros de artroplastias, las recomendaciones de varias instituciones como el NICE (National Institute of Healthcare and Clinical Excellence) y el ODEP (Orthopaedic Data Evaluation Panel).

Olga: Además, la nueva legislación europea aprobada el 2016 sobre productos sanitarios implantables quiere aumentar la supervisión sobre la industria, con normas más estrictas y la obligatoriedad de la evaluación clínica, a la vez que se incentiva la innovación en este campo.

¿Quién se dedica a investigar los mejores materiales disponibles y qué elementos se tienen en cuenta?

Olga: Actualmente, la  investigación de nuevos materiales y técnicas de fabricación, así como el diseño y mejora de nuevos implantes protésicos es multidisciplinaria. Es especialmente importante la aportación de cirujanos ortopédicos con los estudios de biomecánica articular y la técnica quirúrgica. En Cataluña hay centros de investigación en biomateriales como Leitat y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

Olga: Desde AQuAS se han elaborado y publicado informes breves sobre biomateriales (polietileno, cementos y cerámicas y metales) orientados a los profesionales que trabajan en los servicios de cirugía ortopédica y traumatología, con el objetivo de actualizar sus conocimientos.

Xavier: Actualmente, en la fabricación de nuevos materiales se tiene cada vez más en cuenta la interacción de la superficie del biomaterial con el hueso, que las céluas óseas puedan considerar el implante como una estructura propia y así evitar la movilización de la prótesis porque éste es uno de los principales problemas para el buen funcionamiento del implante.

¿Cómo ha evolucionado los materiales desde las primeras prótesis hasta la actualidad?

Olga: El descubrimento de nuevos materiales y/o los avances en técnicas de fabricación y en conocimientos sobre biomecánica del cuerpo humano han influenciado a lo largo del tiempo el diseño de las prótesis.

Xavier: Las primeras experiencias con implantes articulares datan de los años 20 del siglo pasado. Uno de los primeros intentos para sustituir la superficie de la cabeza del fémur se realizaron fabricando una cúpula metálica (Smith-Petersen).

Xavier: En los últimos 20 años se han producido avances muy importantes en relación con la utilización de nuevos biomateriales, mucho más seguros y con una mayor resistencia al desgaste, alargando la supervivencia del implante en un medio biológico como el del cuerpo humano. Junto con los biomateriales metálicos, se utilizan actualmente biomateriales cerámicos con buenos resultados en relación con su integración al tejido óseo.

Xavier: Por otro lado, la investigación en tecnología 3D permite una técnica quirúrgica más cuidada, y en un futuro se podrán fabricar implantes más personalizados.

Xavier y Olga: Los dos coincidimos que cada vez estaremos más cerca del objetivo de una prótesis para toda la vida.

Artroplastia de cadera y rodilla: ¿qué prótesis dice que me van a poner? (primera parte)

25 Ene
Olga Martínez, Xavier Mora

Hoy entrevistamos Olga Martínez, técnico del Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat) y Xavier Mora, especialista en traumatologia i cirugía ortopédica y máster en biomateriales, dos profesionales involucrados en artroplastias, un tema con impacto en buena parte de la ciudadanía. Nos centraremos en aspectos de indicación y pronóstico de la patología y en el valor de los registros para la calidad asistencial.

¿En qué casos se indica una interevención de artroplastia?

Xavier: La indicación quirúrgica más importante  para realizar una artroplastia de rodilla o de cadera es la artrosis. La artrosis avanzada tiene una importante repercusión social con una pérdida de la calidad de vida por el dolor, por el hecho de disminuir la autonomía personal y aumentar la dependencia de la persona afectada. Además, la pérdida o disminución de la movilidad puede agravar enfermedades existentes como la diabetes o las enfermedades cardíacas. Es en estas situaciones cuando se realiza una indicación de artroplastia, que reducirá el dolor y mejorará la movilidad articular.

Olga: En nuestro ámbito, según los datos del Conjunto Mínimo de Datos de los Hospitales de Agudos y del Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat), el principal motivo de intervención en artroplastias de rodilla y cadera también es la artrosis. En el caso de cadera, las fracturas de cuello del fémur son la segunda causa de indicación de artroplastia.

Cada día parece que hay más personas intervenidas de artroplastia a quien se ha implantado una prótesis, ¿es una realidad?

Xavier: Sí, alrededor del 9,6% de la población española sufre algún grado de afectación de esta enfermedad, porcentaje que aumenta en personas de entre 70 y 78 años hasta el 33,7%. El envejecimiento de la población evidencia el aumento de personas que podrán ser tributarias de una cirugía de artroplastia en un futuro. A nivel catalán, si hacemos una simulación con un horizonte 2026 a partir de datos del Idescat, la población entre 15 y 39 anys disminuirá, mientras que la población entre 40 y 64 años  y más de 65 aumentará (227.000 personas y 330.000 personas respectivamente).

Olga: Actualmente, la artrosis de rodilla tiene una prevalencia del 10,2% y la de cadera, a pesar que los datos varían de unos estudios a otros, se sitúa por debajo del 5% y es más frecuente en mujeres.

Hace ya bastantes años que AQuAS, la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña, gestiona el registro de artroplastias (prótesis) de rodilla y cadera de Cataluña. ¿Qué sentido tiene un registro de este tipo?

Xavier: La supervivencia y el buen funcionamiento de una prótesis, y por tanto, la mejora de la calidad de vida de los pacientes, es el objetivo de todo cirujano ortopédico. A pesar que un implante protésico sigue unos estrictos procedimientos de fabricación para su utilización y una técnica quirúrgica rigurosa durante la cirugía, los resultados funcionales en el paciente se deben valorar con su seguimiento desde su implantación. En este sentido, los registros de artroplastias pueden ayudar a detectar modelos de prótesis con un mal funcionamiento, a corto y largo plazo, e identificar los pacientes a los que se haya implantado estas prótesis.

Olga: Es lo que ocurrió hace unos años con el modelo ASR, una prótesis de cadera que en algunas publicaciones y registros, como el National Joint  Registry, evidenciaron un incremento inusual del número de revisiones. Ésto motivó una alerta sanitaria a nivel internacional y se activó un protocolo para el seguimiento de los pacientes.

Olga: Uno de los primeros fracasos protésicos que motivaron la creación de registros fue la de la prótesis de cadera 3M Capital Hip que se introdujo el 1991 en el Reino Unido como una prótesis de precio económico y que después de seis años y más de 4.600 prótesis implantades se estimó que implicaba un riesgo de revisión 4 veces mayor al esperado, con la dificultad que suposo hacer la trazabilidad de los implantes por no existir un registro de ámbito nacional.

Olga: Fue a partir de la colaboración de AQuAS, el CatSalut y la Sociedad Catalana de Cirugía Ortopédica y Traumatología, que en el año 2005 se creó el Registro de Artroplastias de Cataluña (RACat), una herramienta de vigilancia epidemiológica en el sistema de salud catalán.

¿Hay otras experiencias similares de registros de este tipo en otros países?

Olga: Suecia (1975) y Finlandia (1980) fueron los primeros países en impulsar un registro nacional de artroplastias de tipo poblacional.

Olga: Actualmente, muchos países han implementado esta herramienta, ya sea en Europa, América, Oceanía, etcétera, con diferente cobertura territorial, pero con un objetivo común: ser un instrumento válido para la evaluación de los procedimientos de artroplastias y los implantes utilizados.

Como paciente o familiar de una persona que sufre una artrosis articular, ¿cuál sería el mensaje que querríais transmitir a partir de vuestra experiencia?

Xavier: La primera consulta que hace el paciente es siempre por el dolor que sufre en la articulación de cadera o de rodilla, subir o bajar escaleras, levantarse de una silla, dificultad al calzarse, etcétera. El objetivo del tratamiento debe ser la eliminación del dolor con medicación, actividad física y fisioterapia que permite mejorar el 95% de los pacientes. La intervención de artroplastia debería considerarse como la última opción terapéutica. En este sentido, las decisiones compartidas entre profesional y paciente son muy importantes también cuando hablamos de artroplastias. Todos nos hemos de preguntar si la mejor opción para reducir este dolor es implantar una prótesis.

Después de la intervención de artroplastia, ¿el paciente vuelve a hacer vida normal?

Xavier: Después de la intervención quirúrgica y una vez finalizado el período de recuperación funcional, se puede iniciar la actividad normal, por la desaparición del dolor y la mejora de la movilidad articular. En ciertas ocasiones, las limitaciones serán solamente respecto a actividades intensas que podrían producir una sobrecarga articular.

(Continuará…)

Evidencia científica y práctica clínica: el caso de las prótesis de cadera en Cataluña

9 Mar
Daniel Chaverri, Miquel Pons, Luis Lobo

La artroplastia total de cadera es una de las cirugías que proporciona mayor satisfacción por la gran mejora en la calidad de vida que genera entre los pacientes.

Es así hasta el punto que ha sido definida por algunos autores como la cirugía del siglo XX. Se trata de un procedimiento que consiste en la substitución de la articulación de cadera por una articulación artificial o prótesis.

El motivo de intervención más común es la artrosis, una enfermedad causada por el desgaste del cartílago que acaba produciendo un mal funcionamiento de la articulación. Se trata de un proceso común en personas mayores -mayores de 65 años- que cursa con dolor y que puede limitar de forma importante la actividad cotidiana de la persona.

En el contexto actual de innovaciones y avances tecnológicos continuos y ante una gran presión por parte de los fabricantes, el abanico de prótesis a disposición de los cirujanos ortopédicos es cada vez mayor. Esta situación hace necesario que las prótesis utilizadas presenten evidencia científica basada en estudios clínicos o bién en datos de registros.

La legislación que regula la comercialización de dispositivos sanitarios (medical devices en inglés), como las prótesis, es más laxa que la que regula los fármacos de forma que no se requiere el mismo tipo de estudio y, por tanto, de evidencia científica para su aprobación. Justamente esta normativa está en proceso de revisión y pronto estará disponible una nueva legislación al respecto.

Hace un par de años, la prestigiosa revista BMJ (British Medical Journal) publicó un artículo que mostraba que en el Reino Unido el 24% de las prótesis de cadera utilizadas no tenían ninguna evidencia científica que apoyara su efectividad clínica.

A partir de esta publicación y aplicando la misma metodología, desde el Hospital Sant Rafael de Barcelona y con la colaboración del Registro Catalán de Artroplastias (RACat) de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS), nos propusimos analizar cuál era la evidencia científica de las prótesis de cadera usadas en los hospitales públicos de Cataluña que habían enviado sus datos al RACat durante el periodo 2005-2013.

Lo hicimos a partir de una búsqueda en las diferentes plataformas destacando  el Orthopaedic Data Evaluation Panel (ODEP), así como Tripdatabase, PubMed y Google académico.

Después del análisis de las 18.816 cótilas o acetábulos y de los 19.546 tallos femorales  (los componentes principales de las prótesis de cadera) que se incluyeron en el registro, la primera sorpresa fue observar que se habían utilizado 123 modelos diferentes de cótilas y 138 modelos diferentes de tallos femorales, muchos de estos modelos en un número inferior a 10 unidades en el conjunto de hospitales participantes en el RACat durante el periodo de estudio.

Por el hecho de representar menos del 1% de los implantes utilizados, estos últimos modelos fueron excluidos del estudio y se estudiaron, finalmente, 74 modelos de cótilas y 75 modelos de tallos femorales.

Artroplàsties PTM

Los resultados del análisis -recientemente publicados- mostraron que menos del 50% de los componentes utilizados tenían el máximo nivel de evidencia científica según la ODEP. Este nivel máximo se obtiene cuando hay estudios de más de 10 años de seguimiento con un número de prótesis evaluadas superior a las 500 unidades.

También nos llamó la atención que no se pudo encontrar ninguna evidencia de 18 modelos de cótilas y de 16 modelos de tallos que representaban el 13.56% y el 9.53%, respectivamente, de todos los implantes realizados en este período de tiempo.

Artroplàsties -taula

Todos los estudios científicos presentan limitaciones y no siempre es posible poder ofrecer resultados taxativos. Somos conscientes de ésto y del hecho que los datos de nuestro estudio son los resultados de un trabajo de investigación que es posible que no pueda reflejar de forma absoulta cómo es la realidad de los hospitales públicos catalanes.

Incluso así, queremos remarcar que la tarea del cirujano ortopédico cada vez más debe regirse en la medicina basada en la evidencia y este hecho es, justamente, una de las principales razones de ser de los registros de artroplastias: permitir realizar estudios como el que hemos podido llevar a cabo desde el Hospital Sant Rafael con la mirada puesta en la mejora de la atención sanitaria de las personas.

Entrada elaborada por Miquel Pons, Daniel Chaverri y Luis Lobo, Hospital Sant Rafael de Barcelona.