¿La evaluación es todavía la asignatura pendiente de las apps de salud?

22 Mar
Marta Millaret

Recientemente se ha publicado un artículo en la revista JAMA donde se presenta el primer reloj inteligente aprobado por la FDA para predecir ataques de epilepsia. Se trata de Embrace, un dispositivo conectado que detecta convulsiones a partir del movimiento y las fluctuaciones eléctricas en la piel de la persona y envía una señal de alerta para poder generar atención médica.

El pasado mes de febrero, se celebró el Mobile  World Congress en Barcelona. Entre las diferentes actividades que se organizan alrededor de este congreso, destaca el 4 Years From Now (#4YFN18), la parte del Mobile que conecta empresas, inversores e instituciones para que colaboren en el desarrollo de diferentes ideas, modelos de negocio y soluciones tecnológicas.

Digital Health & Wellness Summit 2018, organizado por 4YFN Connecting Startups, el Mobile World Capital Barcelona y el Mobile World Congress en colaboración con ECHAlliance (European Connected Health Alliance), es el punto de encuentro de temas tecnológicos y de salud. Este año, entre otros, participaron Neil Gomes, Maria Salido y Elena Torrente.

Neil Gomes de la Thomas Jefferson University de los Estados Unidos destacó que uno de los retos de la mHealth es facilitar el feedback entre pacientes y profesionales de la salud.

Maria Salido, cofundadora y CEO de la app de salud SocialDiabetes, planteó elementos clave para el éxito de las apps de salud: regulación + industria + usuarios. Y muy especialmente destacó la importancia de los usuarios finales. Fue muy comentado aquí un artículo publicado en The Economist con un título provocativo:

Elena Torrente, Coordinadora de Salud Digital en DKV, comentó Digital Doctor, una app de salud que incopora un detector de síntomas y una herramienta para pedir cita médica. Destacó que en el perfil de usuario de la app hay más mujeres que hombres.

En general, hubo consenso sobre el hecho que antes del desarrollo de una app hay que hacer un análisis de identificación de necesidades. Es decir, el primer paso debería ser detectar necesidades del usuario y después, a partir de este mapeo de necesidades, sería el momento de desarrollar soluciones tecnológicas.

El contenido de todas las presentaciones está disponible y también los principales ideas destacadas aquí y aquí.

Aunque no era el tema principal de sus presentaciones, sí que en el debate posterior se planteó la necesidad y conveniencia de la evaluación. Actualmente, ya existen 320.000 apps de salud en el mercado. Pero… ¿Cómo se evaluan? ¿Quién lo hace? ¿Con qué criterios? ¿Podemos hablar ya de prescripción segura de apps de salud?

Cerramos el círculo con el marco conceptual de evaluación de mHealth publicado en la revista JMIR mHealth and uHealth (en el año 2016 en el primer cuartil en las categorías «Health Care Sciences & Services» y «Medical Informatics», respectivamente, del Journal Citation Reports) con el que la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS) aporta la cultura de la evaluación a esta realidad cotidiana donde nos encontramos. Cada vez hay más apps de salud y el debate sobre su evaluación sigue abierto.

Entrada elaborada por Marta Millaret (@MartaMillaret).

PEGASO Fit For Future: salud conectada y estrategia a largo plazo

16 Nov
Elisa Puigdomènech

Desarrollar una plataforma basada en la salud móvil (mHealth, en inglés) que contiene aplicaciones móviles (apps), un juego y sensores inteligentes ha sido el objetivo del proyecto europeo PEGASO Fit For Future, que empezó en diciembre de 2013 y finalizó el pasado mes de julio.

Se trata de una plataforma que pretende mejorar tanto los estilos de vida (dieta, actividad física y horas de sueño) como el conocimiento que puedan tener los adolescentes sobre estos estilos de vida. Para conseguirlo, se han desarrollado y probado sensores inteligentes (camiseta y pulsera) que registran la actividad física y las horas de sueño del individuo, así como diferentes apps que registran también la ingesta de alimentos a través de un diario y de los pasos que se realizan mediante un acelerómetro.

La plataforma PEGASO Fit For Future detecta qué estilos de vida lleva el usuario y le hace propuestas de mejora. Incorpora, además, un componente de gamificación: los estilos de vida más o menos saludables que hace el usuario, junto con la mejora de sus conocimientos, se traducen en más o menos puntos.

A modo de ejemplo, aquí podemos ver una captura de pantalla de un usuario ficticio:

En el proyecto han colaborado profesionales de diferentes ámbitos: desarrolladores de juegos, aplicaciones y sensores, expertos en diseño y gamificación, profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, expertos en nutrición, expertos en actividad física y psicólogos) y expertos en evaluación de tecnologías sanitarias y salud pública.

Ha habido dos fases diferenciadas del proyecto: la fase de desarrollo de la plataforma y la fase de evaluación.

Durante la fase de desarrollo, mientras unos profesionales se dedicaban a asegurar la calidad y la adecuación del contenido médico y clínico de la plataforma, otros lo hacían de los aspectos de carácter más tecnológico.

Pero, además, durante este proceso se tuvo siempre en cuenta la opinión de los usuarios finales: los adolescentes. En tres fases iterativas, chicos y chicas de Cataluña, Lombardía, Inglaterra y Escocia probaron esta tecnología en diversas fases de su desarrollo.

Las propuestas de mejora de los adolescentes y sus gustos -siempre que fue posible- se tuvieron en cuenta en las siguientes versiones de la plataforma. El objetivo era garantizar al máximo que aquello que se estaba desarrollando fuera factible y aceptado por sus usuarios finales.

La última fase del proyecto fue la evaluación de la plataforma. La evaluación de los diferentes elementos (apps, juegos y sensores) tenía por objetivo ver si realmente ayudaban a mejorar los estilos de vida y los conocimientos sobre estos estilos de vida entre los adolescentes y valorar la experiencia del usuario después de haber utilizado la plataforma.

Para tal fin, se realizó un estudio piloto con adolescentes de Cataluña, Lombardía, Escocia y Inglaterra y 365 teléfonos móviles con la plataforma PEGASO instalada fueron utilizados por adolescentes.

Después de seis meses de uso se evaluó la intervención mediante cuestionarios validados, metodología cualitativa y los datos obtenidos por la propia plataforma. Se introdujo un grupo control con adolescentes que no tuvieron acceso a la plataforma para poder hacer comparaciones.

Los resultados de este estudio permitirán ayudar a valorar si las nuevas tecnologías son factibles para mejorar tanto los estilos de vida como los conocimientos de estos estilos de vida por parte de los adolescentes, población acostumbrada a usar las nuevas tecnologías y que, de forma general, visita poco los profesionales sanitarios.

El hecho de acercarnos a la población usando tecnología móvil y el elemento lúdico del juego puede ser una buena estrategia para una intervención como ésta relacionada con la promoción de estilos de vida saludables entre adolescentes. A nivel poblacional, se trata de una estrategia a largo plazo, de aquí que el lema del proyecto PEGASO sea “Fit For Future”.

Entrada elaborada por Elisa Puigdomènech.

¿Momento de desconexión digital?

14 Sep

Es muy habitual ver grupos de personas mirando su dispositivo móvil desde cualquier lugar: de vacaciones, en el trabajo, en casa, en el metro, en el autobús, en un congreso… donde sea. También es muy habitual aprovechar los días de vacaciones para desconectar de la rutina. ¿Incluye esto desconectar del móvil, de las tabletas, de los portátiles, de la televisión y del email?

Desde AQuAS, como agencia implicada en la evaluación sanitaria, ésto no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que cada vez se habla más de salud conectada, un término que incluye mHealth, eHealth y todos los conceptos relacionados que desde hace ya un tiempo forman parte de nuestro día a día.

A nivel de sistema de salud catalán, en este post de Òscar Solans veíamos un ejemplo de desarrollo de herramientas tecnológicas que implican nuevas formas de interacción entre paciente y sistema sanitario. De este modo, La Meva Salut y la eConsulta son herramientas que serían relevantes para situar al paciente -la persona- como eje central de las diferentes interacciones con los profesionales de salud de diferentes ámbitos.

A nivel europeo, Jean Patrick Mathieu y Rossana Alessandrello, en este otro post, escribieron sobre la complejidad de los temas de interoperatibilidad e implementación de soluciones tecnológicas móviles. Este era el marco del proyecto europeo DECIPHER que tenía por objetivo facilitar el acceso a la información de salud desde diferentes países y sistemas de salud.

Cambiemos la perspectiva. A nivel individual, ¿Quién no tiene una app descargada en su teléfono móvil? ¿Cuáles de estas apps tienen relación con algún tema de salud, como por ejemplo, el control de peso, el acompañamiento en el ejercicio físico, el seguimiento de ciclos menstruales, calendarios de fertilidad y aspectos de salud mental y emocional? Y no es necesario que hablemos exclusivamente de dispositivos móviles: ¿Quién no ha oído hablar de calculadoras de aspectos de salud como las calculadoras de esperanza de vida?

Descargarse una app es fácil y puede ser gratuito. Elisa Puigdomènech destacaba en este post que The Economist contaba a mediados de 2016 que habían 165.000 apps relacionadas con la salud. Seguro que esta cifra ha aumentado.

¿De qué depende el éxito de una app? ¿Qué garantías de calidad y de seguridad pueden ofrecer?

Por lo que refiere a la primera pregunta, la experiencia de usuario era el tema que Elisa Puigdomènech destacaba a partir de la experiencia con el proyecto PEGASO. En la misma línea, lo exponía Santi Gómez comentando cómo el desarrollo de una aplicación de salud debe incluir, en todas las fases de su desarrollo, la participación de los que serán sus usuarios finales. De nuevo, situaríamos a la persona como eje central del sistema.

Por lo que refiere a la segunda pregunta, toda intervención de salud debería ser segura, estar basada en la evidencia, en el conocimiento de la mejor calidad disponible y debería poder ser evaluada. Esta es la premisa con la que trabajamos desde AQuAS y éste es el rol que puede tener una agencia de evaluación cuando pensamos en salud conectada. De este modo, este post de Toni Dedéu pone el acento en el hecho que tecnólogos, evaluadores, profesionales y ciudadanos tienen la oportunidad de trabajar juntos y sumar sin olvidar la velocidad de la innovación.

En conclusión, la evaluación de salud conectada es un tema actual. La publicación reciente de este artículo es un buen ejemplo de ello con una propuesta de marco conceptual de evaluación de mHealth. Acabamos este post con una editorial sobre innovación y evidencia que invita a la reflexión sobre evaluación e innovación.

Entrada elaborada por Marta Millaret (@MartaMillaret)